Somos a quienes pretenden despojar de recursos y memoria, somos a quienes la urbe pretende devorar y arrebatar nuestros ejidos para expandir el territorio de la hidra insaciable devoradora de seres y materias; convirtiendo nuestro valle y montes en paramos áridos y hostiles, en cementerios donde cada día cae la violencia asesina sobre nuestros hogares. Por eso, hoy nos levantamos nuevamente, porque no nos rendimos y no agachamos la cabeza, resistimos frente al despojo de las grandes trasnacionales que todo lo consumen; no habrá fuerza que nos detenga, pues la rebeldía es la luz que alumbra el páramo de penumbra que extienden los tiranos; la fuerza de la vida nunca cesará y siempre avanzará frente a la muerte que busca imponer el capital. La lucha es incansable hasta que la tierra y la libertad sean para todos los oprimidos en el mundo.